ADALGIZA VAZ

brasileño

En el silencio de mi estudio es donde me encuentro, haciendo lo que más amo: dejo jugar mi alma, elijo mis propios temas; ahora palpable, cuando busco referentes en el espacio urbano envejecido por el tiempo, sus degradaciones, oxidaciones e interferencias humanas; ahora no palpable, cuando estas referencias son percepciones internas, la esencia de este espacio urbano o no. Es cuando el paisaje, las flores, los pájaros o incluso los sentimientos aparecen en la densidad de las masas, formas y colores, líneas y gráficos, acumulaciones o ausencia de ellas, movimiento o silencio, luz, sombra. Con la diversidad de materiales y técnicas, me permito elegir el que más encarna la imagen observada o imaginada. Las gruesas capas de masas pictóricas revelan formas sin la intención precisa de dibujar. Los grandes formatos nacieron de la necesidad del mercado arquitectónico y también de mi propia necesidad de manifestar mi poética interior, dimensión que mejor encaja con mi lenguaje artístico. Busco la libertad de expresión para abstraer una realidad dura y pesada, lograr la ligereza a través del arte y así trascender. Yolanda Mohalyi (1909/1978), artista húngara naturalizada brasileña, mi inspiración, relata esta necesidad de concretar sentimientos y percepciones en su curso de arte, planteándose estas preguntas: “¿Qué es el arte, de todos modos? Fuerza creativa? ¿Experiencia? ¿Equilibrar? ¿La realización de la esencia del alma? ¿Chispa del universo dentro del hombre? ¿O, simplemente, la ansiosa búsqueda del paraíso perdido? Quizás, todo eso ... "